Rompiendo un mito

Hoy queremos compartir con vosotros una historia de las que creemos que merecen ser contadas, ya que hay muchos mitos en lo que a perros de raza peligrosa se refiere, la mayoría de la gente los demoniza, y no quieren ver que al fin y al cabo es un animal fiel reflejo de lo que su amo le ha enseñado de la vida. Os presentamos la historia de Queen una hermosa  Staffordshire Bull Terrier , junto a su famlia Bego & Iván

Somos Iván, Bego y Queen, una familia que vive en un pueblecito pequeño de Toledo y os vamos a contar nuestra historia.Tanto Iván como yo siempre hemos querido tener perros en nuestra pequeña familia, los dos pasamos por la desgracia de perder a nuestras respectivas mascotas; Luna y Laicka, con diferencia de un año después de más de diecisiete años juntos. Los dos nos quedamos muy tocados pero con una diferencia, Iván se negaba a que entrase un nuevo peludo en su vida…yo en cambio me levantaba cada día añorando ese saludo “lingual”, ese llegar a casa y que alguien te esté esperando… Me costó convencerle algo más de un año, estuvimos dándole vueltas al perro que queríamos, tanto Laicka como Luna eran perros de acogida pero deseábamos tener un cachorro de una raza especifica, nos habían hablado de los Staffordshire Bull Terrier, un perro catalogado en raza peligrosa, que era el perro llamado “nanny” porque le encantan los niños. Cuando lo comentamos en las respectivas familias nos dijeron que estábamos locos, por suerte o por desgracia era la época en la que queríamos un staffy, no hacían más que salir noticias espeluznantes de niños atacados por perros de esa raza. Después de leer y leer, ver videos y demás decidimos que “no hay perro malo sino dueño malo”. Ya estaba decidido queríamos un staffy en nuestra familia.Estuvimos buscando en distintos criadores porque nos habían dicho que es un perro que viene de muchas mezclas, exactamente de Bulldog inglés y terrier y podían tener muchos problemas como displasias. Yo casi me había dado por vencida porque os lo creáis o no, los precios de un sitio a otro eran demasiado dispares y a mí eso me olía mal, por no decir los anuncios en periódicos y demás, así que me cansé y decidí que lo buscaríamos con mucha tranquilidad.Un día me llamo Iván que su padre me podía arreglar el ordenador, como tantas veces mi cabeza loca había metido un virus y no funcionaba, me dijo que tenía que ir corriendo a casa de sus padres porque mi suegro se iba a trabajar. Como una boba salí corriendo, cuando llegué a casa y abrí la puerta me recibió una bolita de pelo negro. Era lo más mimoso que os podéis imaginar y parecía que me conocía desde siempre, no se quiso separar de mí en todo el día, aún sigue así, siempre que se tumba en el sofá pone una pata o se pega a nosotros. La pobre mía le habían puesto de nombre en el criadero: Juncal the Queen, así que decidimos ponerle Queen, Juncal nos recordaba mucho a telenovelas. Y así empezó una vida con nosotros, se apodó la “parches”, porque siendo bien pequeña cogió un resfriado, una infección en la piel, venia con ácaros del criadero, después anemia por la picadura de una garrapata, se clavó un pincho en un ojo… y solo tiene 2 años….. Es una buena pieza, muy obediente y muy cariñosa, a veces  no demasiado, porque lo que la pierde es que es demasiado cabezona  y se lleva genial con todo el mundo, tanto gente como perros. Y ahí donde la veis un perro de raza peligrosa, ya ha sido mordida en dos ocasiones por un Yorkshire y en lugar de darse la vuelta y atacar, lo único que hace es meter el rabillo entre las piernas y venirse con sus dueños. Le encantan jugar con pelotas, son su perdición y los juguetes de cuerda y sobre todo lo que más le gusta es un vasito de leche por la mañanas después de venir de la calle de dar su paseo  y jugar con su tía Chica (un indefenso peludo), que mis padres acogieron en su casa.