Mery, la perrita que nos encontramos en la autovía, totalmente desorientada, ya tiene familia. Después de estar unos meses en su casa de acogida con Mariela y su compi Max nos la llevamos a la fiesta del perro del Alamillo. Allí demostró lo encantadora que es. Es mucho más linda y encantadora en persona que en fotos. Paloma, al conocerla, se enamoró de ella y llamó a una posible adoptante que tenía para perro pequeño. Le contó como era en persona y aceptó a darle un hogar. Al día siguiente Paloma se la llevó para Madrid. Sabemos que después de un viaje un poco regular, la pobre se marea con solo ver el coche, está en su nueva casa estupendamente. Sale mucho de paseo, por el Retiro y se ha adaptado totalmente. Muchas gracias a todos los que han colaborado a que Mery tenga una segunda oportunidad! Y sobre todo gracias a Mery por ser tan especial y habernos conquistado a todos!
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